Editorial: Hay un dicho que asegura que cuando se cierra una puerta se abre una ventana. En la misma línea con el optimismo que caracteriza a esta expresión se pone el acento, en ya se ve la luz al final del túnel. Siempre hay un menos mal. Y hay leyes que aseguran que siempre todo puede empeorar, pero no siempre tiene que ser así. Desde aquel 14 de marzo de 2020 cuando nos dijeron que se había promulgado y decretado la Tercera Guerra Mundial y en esta ocasión sin tanques ni aviones, sin bombas ni ejércitos invasores. Se había escampado un virus con la intención de aniquilar a medio planeta.

Era la guerra del virus y de los laboratorios. Las farmacéuticas se preparaban para hacer su agosto, y ciertas empresas se vieron obligadas a trabajar durante tres turnos y con el triple de empleados porque no había manos para tantas bajas. Menos mal que la sanidad, el cuerpo humano y sus defensas, los sanitarios y el deber cumplido, evitó males mayores. Iban a por nosotros/as. Cuando todo esto termine hay que sentar en el banquillo a los culpables y que la justicia internacional dicte sentencia, merecen lo que no está escrito ni hablado. Hay 25 personas con nombres y apellidos que idearon y maquinaron el genocidio.

Hemos comenzado desde la óptica del optimismo y lo hago porque las empresas de aviación y descanso están limpiando sus aviones y sacando sus naves de los estacionamientos elegidos para la ocasión. Presienten que el verano comenzará tarde por culpa de la ausencia de vacunas, pero se iniciarán los movimientos y desplazamientos en una óptima cantidad, desde julio a noviembre, 5 meses que saben a esperanza.

En muchos países donde se vacuna a destajo han bajado los contagios de manera muy considerable, hay pocos muertos, los hospitales se han vaciado y las UCIS están al mínimo. Incluso no llevan ni mascarilla. Todo es posible, está terminando una agonía que tendrá muchísimos daños colaterales, pero ahora lo importante es poner la maquinaria en marcha.

Llegan vídeos desde todos los rincones del mundo dejando claro quienes son los culpables y porqué. La avaricia y el poder ha llevado a muchos a poner por delante el dinero a las vidas humanas. Querer ser la primera potencia mundial como China y lograrlo con muchísima diferencia en tan poco tiempo, ha contado con el apoyo de grandes estrategas americanos y sus corporaciones sin bandera ni patria, los rusos, ingleses, y demás personal metidos en la pomada de los fondos sin corazón y las bolsas manchadas de sangre. El presidente de EEUU le dijo hace poco a Putin que era un asesino y desde otros sectores de poder en el planeta le han dicho lo mismo al Rey del mundo el todopoderoso primer ministro Chino.

América y China en la última reunión que han tenido en medio de la pandemía han llegado a las manos y se han dicho de todo. Quieren China y Rusia, EEUU e Inglaterra que el mundo pierda la libertad, que la justicia sea papel mojado, que el Estado sustituya la empresa privada. A ellos les apoyan gerifaltes americanos que tiene huevos en todas las cestas, y más ahora cuando en nombre del cambio climático, la solidaridad y otra nueva época, se quiere mandar a la porra los derechos humanos y la libertad de movimiento.

Llegaron Bill Gates y George Soros a España y se reunieron con el pobrecito y el puro vacío que es Pedro Sánchez, le dijeron que no pinta nada en el ajedrez mundial y que se ponga a la órdenes del poder establecido. Le explicaron que España en un país fallido, moroso, insolvente y que para recibir fondos hay que hacer elecciones. Que lo de los Reinos de Taifas debe terminarse. O comienza a ejercer de primer ministro o debe dimitir.

Después del encuentro Sánchez se ha puesto manos a la obra, porque lo de dimitir no existe en su diccionario, antes de carga hasta el apuntador y se presenta a las elecciones con el PP e incluso VOX, si el PSOE por cualquier razón causa baja o lo despide. Macarena Olona asegura que no caerá esa breva, está acabado y cuando pongan las urnas los españoles votarán con más fuerza que nunca, se oirá hasta en Sibería. Mientras los dueños del mundo están enfadados porque las bajas son pocas, aquí en tierra de cogobernanza un tal Puigdemont y un preso Junqueras marcan la agenda española desde el polo norte, por teleasistencia y exigiendo que les guarden un sitio, que ya no existe.

La independencia, la consulta, el otro estado, son imágenes impostadas de desiertos repletos de mentiras donde siempre mandan los mismos desde Pujol y sigue la caja llena para malgastarla en caprichos de niños consentidos. De los primos vascos y navarros aprenderán un día que se puede tener más que nadie sin dar ni un solo grito. Sobre todo con un estadista que lo más redondo que ha visto es a su asesor tirano.